Cordilleran Section - 99th Annual (April 1–3, 2003)

Paper No. 19
Presentation Time: 8:30 AM-5:30 PM

CONEXIÓN ESTRUCTURAL DE APERTURA CORDILLERANA ENTRE LOS GEOSINCLINALES BELT-PURCELL Y ACATLÁN, Y SUS IMPLICACIONES METALOGENÉTICAS


BAZÁN BARRÓN, Sergio, Exploración y Evaluación, Industria Minera Indio, S.A, Paseo de la Reforma, 604, Torre Cuauhtemoc, PH. 2102, Ciudad de México, Mexico and BAZÁN PERKINS, Sergio Dale, Exploración y Evaluación, Industria Minera Indio, S.A, San Federico, L.7, Mz. 599, Sta. Ursula Coapa, Coyoacán, Ciudad de México, 046000, Mexico, bazanba@hotmail.com

Se determina que las fajas estructurales Belt-Purcell y Acatlán tuvieron una apertura parasincrónica que afecto una extensa plataforma, en fase distensional hacia los ±1500 Ma. y con similares sucesiones litoestratigráficas, según Bazán y Bazán-Perkins (2002). Las diferencias más notables son tectónicas y se advierten durante el Paleozoico y Mesozoico, al interaccionar en contra de las respectivas márgenes occidentales de los escudos arqueanos del Canadá y de México, para representar dos segmentos distintivos del Sistema Cordillerano. Por lo mismo, existe una analogía en distribución y características de las fajas metalogenéticas acontecidas hacia el Proterozoico y el Fanerozoico.

Para los autores, la sospecha de que las rocas cristalinas basales del Complejo Acatlán eran precámbricas y correlacionables con las del Supergrupo Belt-Purcell, partían del hecho de que numerosos yacimientos hidrotermales de Cu, Zn, Pb, Ag y Au conectados con rocas plutónicas laramídicas a lo largo del territorio de México, exhibían concentraciones mayores al 1.2% de Cu, donde el Zn excedía en más de 6 veces al Pb, cuando este último sólo aparece en mayor porcentaje hasta el Mesozoico conjuntamente con la plata, en el tiempo histórico de los 4,600 Ma. de la corteza. Esto es, el Cu-Zn-Au han venido decreciendo en porcentajes para los sulfuros polimetálicos exhalativos, marginales a las dorsales Meso-oceánicas de los fondos marinos.

Los cambios en las dorsales oceánicas, se deben al mayor espesor de la corteza durante el Fanerozoico comparada con la del Arqueano y el Proterozoico Inferior, que implican diferencias de temperaturas hasta de 500° C, si consideramos que en los escudos arqueanos la actividad volcánica submarina eran del orden de 1900° C, comparados con los 1300° C que se estiman para las dorsales mesozoicas y terciarias. Esto explica las mayores concentraciones de Cu, Mo, Pt, Zn, Co, Ni, Co, Au, In, Cr y W en las rocas primitivas y que disminuyen hasta trazas, hacia las más tardías. No obstante, estas asociaciones elementales se han removilizado e inyectado por el plutonismo resultante, alcanzado por la intensidad del “plis de fond”, en la parte basal de la corteza, según las diversas manifestaciones que se tienen ahora y que representan la naturaleza de su origen geoquímico-bacterial vulcanogénico, cuyas relaciones porcentuales se asocian al tiempo de su concentración cortical.